CONTROL DE BLATTELLA GERMANICA (CUCARACHA ALEMANA) EN ESTABLECIMIENTOS DE HOSTELERÍA
El estado de las infraestructuras, las zonas húmedas, la falta de limpieza, la temperatura elevada o la presencia de restos de alimentos hacen que la cucaracha alemana suponga una de las plagas más difíciles de erradicar en hostelería.
En nuestro territorio pueden llegar a convivir varias especies de cucarachas como la Periplaneta americana (o cucaracha americana, la más grande de todas y capaces de volar), la Blatta orientalis (o cucaracha oriental, en la actualidad la menos común en cocinas) y la Blattella germanica (o cucaracha alemana, la más pequeña de todas).
La cucaracha alemana está especializada en colonizar todas las grietas y huecos estructurales con especial interés en las zonas húmedas y con temperaturas elevadas (zonas de cocción, zonas de lavado, almacenes de alimentos, cafeterías…). Esto hace que las cocinas sean su hábitat ideal durante todo el año independientemente de la temperatura del exterior.
Es capaz de transportar un gran número de patógenos en sus patas y cuerpo como bacterias, virus, hongos y otras sustancias perjudiciales de los entornos dónde habita y pueden provocar problemas de salud o desencadenar problemas de alergias al entrar en contacto con superficies de trabajo o alimentos.
Además, su variada alimentación y su increíble capacidad de reproducción (la incubación de los huevos suele ser de 2 – 4 semanas y la capacidad de una hembra y su descendencia de llegar a producir 30.000 individuos al año) la convierten en una de las cucarachas más persistentes y peligrosas de todas.
Aunque la cucaracha alemana tenga un comportamiento nocturno para alimentarse y reproducirse, se las puede llegar a ver de día en nuestras instalaciones. Cuando somos capaces de verlas corretear a sus anchas en nuestra cocina supone un indicador que nuestras instalaciones tienen un elevado grado de infestación.
¿DE QUÉ FORMAS PUEDEN LLEGAR A ACCEDER LAS CUCARACHAS A NUESTRO ESTABLECIMIENTO?
Las cucarachas alemanas suelen acceder a los locales de hostelería a través de los embalajes de mercancías y en el interior de los equipos de hostelería, particularmente neveras, cafeteras, serpentines y otros equipos con fuente de calor y humedad y que las marcas comerciales ceden a los establecimientos, en muchos casos procedentes de otros locales.
Para el primer caso, como medidas preventivas cabe mencionar el desembalar y almacenar los alimentos sin embalaje en los almacenes. En caso de detectar presencia de plaga en la materia prima suministrada, debe contactarse inmediatamente con el proveedor.
En el caso de los equipos cedidos por las casas comerciales, lo ideal sería que el propio proveedor garantizara la ausencia de plagas mediante tratamientos de desinsectación preventiva (y su correspondiente cumplimiento de plazos de seguridad) previo suministro a los locales de hostelería.
Entre las medidas más relevantes, destacamos:
- Eliminar agujeros, grietas, resquicios o posibles puntos de anidamiento.
- Evitar zonas encharcadas, grifos que gotean, desagües defectuosos…
- Todo alimento debe conservarse cerrado en recipientes adecuados a prueba de plagas.
- No deben dejarse restos de alimentos en el local al finalizar la jornada (migas, basuras, etc.).
- Los cubos y contenedores de basura deben permanecer cerrados y limpios.
- Mantener las instalaciones en perfecto estado de limpieza y desinfección.
TRATAMIENTOS
En el caso que nuestras instalaciones hayan sido afectadas, una detección precoz a través del monitoreo de las trampas adhesivas junto con la detección visual por parte de los trabajadores es primordial para que una empresa de control de plagas pueda realizar un tratamiento adecuado y eficaz.
Cómo ya os hemos comentado, su hábitat, su alimentación y su rápida reproducción la hacen una de las plagas más difíciles de erradicar. Es por ello por lo que los profesionales de control de plagas deben realizar tratamientos continuos y hacer un seguimiento por tiempo prolongado para asegurar que se haya erradicado la presencia de Blattella germanica en nuestras instalaciones.
Fuentes: Guía APPCC HOSBEC, Anticimex y Traconsa