La Costa Blanca lidera los “stages” deportivos de los mejores equipos ciclistas del mundo: especialización hotelera, orografía y oferta complementaria son los valores para el turismo deportivo.
Doce equipos profesionales eligen la Costa Blanca, mientras que Gandía y Benicassim suman dos más hasta un total de 14 en la Comunitat Valenciana.
El reto está en el turismo ciclista amateur: es el nuevo deporte de moda y su capacidad de crecimiento es prácticamente infinita.
El turismo deportivo es uno de los grandes pilares en los que tanto la Costa Blanca como la Comunitat Valenciana están construyendo toda su estructura de desestacionalización turística durante los meses de la temporada más baja (de noviembre a febrero). Y los frutos no se han hecho esperar, al menos para el mercado de los ciclistas profesionales: 12 de los equipos ciclistas más importantes del mundo han elegido ubicaciones en la Costa Blanca para sus ‘stages’ deportivos, a los que se suman dos equipos más en la Comunitat Valenciana, uno ubicado en Gandía y otro en Benicassim.
Equipos tan reputados como el Movistar, Intermarché, Astana o Bahrain ha estado alojados en hoteles de la Costa Blanca preparando sus entrenamientos de cara a la temporada ciclista 2023. Algunos de ellos además, hacen ‘doblete’: han realizado un primer entrenamiento durante diciembre con un parón en Navidades, y esta semana vuelven a dar color con sus camiones, furgonetas y bicicletas entrenando durante lo que queda de mes de enero.
De esta forma la Costa Blanca y la Comunitat Valenciana constituyen la zona turística con una mayor demanda de este producto turístico deportivo y donde se tienen que reunir determinadas circunstancias: una oferta hotelera tremendamente especializada y con una importante inversión, una orografía idónea para los entrenamientos y una oferta complementaria de ocio y diversión que complemente la propia actividad deportiva.
Así lo confirman dos de los establecimientos que han hecho una apuesta radical por el turismo deportivo vinculado al ciclismo. Ricardo Sánchez, director del Hotel Cap Negret de Altea reconoce que la decisión del hotel de trabajar en esta especialización ha sido clave y estratégica: “para nuestro hotel el plan alternativo sólo pasaba por un Imserso que hubiera supuesto la ruina para esta empresa, como así lo era hace seis años”. Y es que este hotel es una referencia por sus instalaciones: “la inversión ha sido millonaria: parking especializado, zona de talleres, nueva zona de bike park para los que hacen Mountain Bike, zona de relax y spa… pasando por un servicio, por ejemplo, de restauración que dobla la necesidad tanto de personal como de producto para poder atender a estos equipos”. Sánchez recalca que “no todos los hoteles pueden ofertar producto deportivo ciclista, hace falta una apuesta integral por ello que abarca desde la dirección hasta el último trabajador del hotel, pasando por disponer de los espacios necesarios para el cuidado de un material que cuesta miles de euros”.
Por su parte, Jaime Soria, del Albir Garden Resort, también lo tiene claro: “nuestro reto ahora está en rentabilizar este escaparate para el turismo ciclista amateur, este es el que complementa a la perfección las estancias de los equipos profesionales, y el que tiene una enorme capacidad de crecimiento y de futuro, y por supuesto, de facturación. En este mercado es donde nos batimos con Baleares y donde tenemos que ser capaces de ir ganando cada año cuota de mercado en base a buen producto, buen complemento, seguridad y servicio”.
Y es que los ciclistas amateurs se multiplican cada año como deporte preferido en amplias franjas de edad, tanto masculinas como femeninas. De hecho, el hotel Cap Negret tiene contratadas también las estancias de dos de los principales equipos mundiales de mujeres ciclistas, que cada año suman adeptas en una progresión ‘casi infinita’.
El presidente de HOSBEC resalta el producto deportivo como esencial en la agenda de trabajo: “The Ocean Race 2023 de vela que tiene lugar esta semana en Alicante, el mundial de ciclocross que se va a celebrar en Benidorm a partir del 22 de enero de este año o los partidos internacionales de balonmano que está jugando la selección española sumado a estas estancias y entrenamientos de los equipos top del ciclismo internacional nos proyectan en unos mercados con un amplio potencial. Invitamos a todos los agentes, públicos y privados, a continuar en este trabajo para potenciar el turismo deportivo, con una visión a medio y largo plazo”. Fede Fuster ha reflexionado acerca del riesgo que la futura ‘tasa turística’ puede tener para este tipo de estancias: “cuando se desplazan equipos tan numerosos, con estancias fraccionadas en el tiempo, pueden buscar otros destinos en los que no encarezca el precio por un impuesto
innecesario. Si vemos el mapa, con lo que se contrata en Baleares o en Cataluña, respecto a Comunitat Valenciana, parece que sus tasas turísticas son precisamente ingredientes contrarios a este tipo de turismo”
El presidente de los hoteleros valencianos también ha recordado que “sigue estando encima de la hoja de ruta turística disponer de los espacios al aire libre necesarios para el turismo deportivo , tanto profesional como amateur . Los equipos nos reclaman un centro de alto rendimiento e instalaciones outdoor de césped natural y náuticas. Cuando las competiciones están paradas en el centro y norte de Europa, por el frío y mal tiempo, podemos disponer de una gran ventaja competitiva frente a otros destinos. Son infraestructuras que llevamos reclamando desde 2008 y que seguimos solicitando su ubicación y construcción cuanto antes para seguir por la senda de la desestacionalización”.
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