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EL CONTROL DE PLAGAS EN LOS ALOJAMIENTOS TURÍSTICOS

Los hoteles y alojamientos turisticos estan obligados a garantizar la condiciones de salubridad de sus establecimientos. En este contexto, entendiendo una plaga como la aparición masiva y repentina de seres vivos de una misma especie que puede provocar molestias o efectos nocivos en la salud humana, es necesaria la vigilancia y control de las  potenciales plagas por parte de los establecimientos turísitos.

Plagas más frecuentes en hoteles y alojamientos turísticos

Básicamente, en un establecimiento turístico podríamos diferenciar tres hábitats donde pueden aparecer diferentes tipos de plagas:

  • Habitaciones de huéspedes: chinches, hormigas…
  • Zonas de almacenamiento y manipulación de alimentos: cucarachas, roedores, moscas…
  • Zonas comunes exteriores, principalmente jardines: mosquitos, moscas, avispas…

En las habitaciones de huéspedes preocupa por su impacto la presencia de chinches. Esta plaga fue controlada en Europa en la década de los 40 y 50, pero actualmente se encuentra en plena expansión en el ámbito turístico. La infestación inicial es muy difícil de controlar ya que no depende de las condiciones higiénicas del hotel sino que procede de objetos (ropa, maletas…) de los propios huéspedes, y por tanto sólo queda la opción de una constante vigilancia y rápida actuación ante los primeros indicios de infestació  para prever la extensión de la plaga.

En las zonas de almacenamiento y manipulación de alimentos (cocinas, bares, etc) destacan las cucarachas, los roedores y las moscas. La normativa sanitaria obliga a disponer planes de vigilancia y control de plagas específicas en estas zonas. Los sistemas integrales de gestión de plagas en el ámbito alimentario requieren aplicar procedimientos preventivos y de vigilancia y detección precoz de plagas en las zonas de almacenamiento, manipulación y servicio de alimentos. Y sólo en caso de detectar su presencia por encima de los umbrales de seguridad, se intervendrá mediante un plan de erradicación específico.

En las zonas ajardinadas exteriores suelen generar problemas las hormigas por su presencia masiva, aunque de mayor impacto en los huéspedes son los mosquitos y la mosca negra. Otros riesgos asociados a estas zonas son la potencial aparición de aves (gaviotas…) en entornos de piscinas, o los riesgos implicitos a los tratamientos fito-sanitarios en las zonas ajardinadas.


La prevención y control de chinches de la cama

Todos los expertos señalan que la mejor prevención es la detección temprana de las infestaciones. Para ello resulta fundamental tener formado al personal responsable de la limpieza de habitaciones en la detección de signos de infestación (manchas de sangre, excrementos, pieles, huevos…), y evitar entrar carros de lencería en las habitaciones para minimizar riesgo de expansión de una potencial infestación.

En caso de confirmar una infestación, es conveniente contratar con una empresa de control de plagas para tratar la/s habitación/es afectada/s (en el 20% de los casos las habitaciones adyacentes suelen aparecer infestadas).

Cabe destacar que sólo un 30% de personas sufren reacciones a las picaduras de estos insectos, y que estos insectos pueden sobrevivir hasta un año sin alimentarse. Esto significa que a veces puede resultar difícil localizar el origen de la infestación.


El control de plagas en cocinas 

Insectos y roedores no sólo pueden destruir alimentos, sino que pueden contaminarlos con microorganismos patógenos que provoquen enfermedades humanas.

De entre ellos, en cocina destacan las cucarachas alemanas (anida en las propias cocinas, en lugares cálidos y húmedos) y las cucarachas americanas (habitan en las redes de alcantarillado), los roedores (anidan en huecos estructurales…) y las moscas (atraidas por carnes y pescados en descomposición).

La normativa sanitaria obliga, dentro del plan de autocontrol higiénico-sanitario, a disponer de un programa de control de plagas basado en la prevención, la vigilancia periódica y detección precoz (trampas de monitoreo, por ejemplo), y la erradicación en caso necesario por empresas especializadas en control de plagas.


Insectos en las zonas ajardinadas: mosquitos, mosca negra y avispas

Los mosquitos, incluido el famoso mosquito tigre, de momento no constituyen en nuestra zona un vehículo de transmisión de enfermedades. Pero evidentemente son una molestia para los clientes. Por tanto, todas las medidas que conduzcan a su prevención será bienvenida.

En el caso de mosquito tigre destacamos la prevención de pequeños estancamientos de agua (maceteros, imbornales, etc) que es donde suelen proliferar.

En alojamientos cerca de ríos y riberas con abundante vegetación la mosca negra puede ocasionar molestias importantes, especialmente a primera y última hora del día.

 

FUENTE: Anticimex y Microservices