El sector turístico llama a la responsabilidad y coherencia a todos los grupos políticos de Les Corts para que abandonen la tramitación de la proposición de ley de la tasa turística ” sine die ” dada la situación económica y social actual.
Los pactos políticos deben ajustarse a la realidad económica y social y en estos momentos no se da ninguna condición para crear este nuevo impuesto.
La situación económica no da tregua y el panorama se complica conformen pasan las semanas y todas las autoridades económicas y académicas anuncian unos meses, sino años, muy difíciles por delante. Por ello, el sector turístico de la Comunidad Valenciana organizado en la plataforma #Noalatasaturística espera que todos los grupos políticos en Les Corts hagan un ejercicio de coherencia y de responsabilidad con la situación actual y aparquen ‘sine die’ la tramitación de lo que se ha denominado Proposición de Ley de Medidas Fiscales para impulsar un turismo sostenible que no es más que la ley que crea el impuesto popularmente conocido como ‘tasa turística’.
En las condiciones actuales nadie entendería la puesta en marcha de un nuevo impuesto completamente innecesario. Con una economía debilitada, una inflación desbocada, un empobrecimiento generalizado de los ciudadanos españoles y europeos, continuar con esta tramitación pesará como una losa sobre las empresas y trabajadores del sector y sobre todos los ciudadanos valencianos.
Otros gobiernos, como el Ejecutivo Central, han aparcado sus reformas tributarias hasta que la mala situación económica se pueda superar y todos los movimientos legislativos giran precisamente en sentido contrario: en rebajas de impuestos, planes de ayudas y compensaciones ante el alto precio de combustibles, materias primas, alimentación y servicios de primera necesidad.
Esta es la estrategia que deben seguir nuestros representantes políticos en Les Corts Valencianes: un ejercicio de realidad y de empatía frente a los que más ha sufrido durante la pandemia y que tardarán mucho en recuperar su pulso habitual. Ahora mismo pesan muchísimo más los argumentos y realidades económicas y sociales que aconsejan abandonar la iniciativa de la tasa turística que cualquier filosofía ficticia utilizada para su puesta en marcha.
Ningún pacto político debe tratarse como una máxima inamovible ni una verdad absoluta. La política debe adaptase a la realidad en cada momento y los cambios, modificaciones y ajustes forman parte de la realidad diaria. Mucho más después de dos años de una pandemia salvaje, una grave crisis energética y una guerra.
Si se acordara no tramitar la proposición de Ley presentada, toda la sociedad valenciana y todo el tejido empresarial felicitaría a nuestros responsables políticos por su decisión. Sería la más inteligente, responsable y coherente que se puede tomar en este momento de dificultad e incertidumbre.