La tortilla de patata con cebolla Alipende y la tortilla de patata sin cebolla Alipende ha sido retirada de forma cautelar de los establecimientos Ahorramas, según ha comunicado la cadena de distribución.

Por ahora, el brote de botulismo asociado a la tortilla de patata deja siete casos, de los que cuatro -dos ciudadanos de Italia que consumieron este producto en Valladolid, uno en Asturias y un cuarto en Galicia- se han confirmado, y tres -en Madrid, Andalucía  y Comunidad Valenciana- tienen una situación clínica que responde a los síntomas de la enfermedad. 

Dos personas de 49 y 50 años, que comieron este producto entre el 19 de junio y el 5 de julio, así como el probable de Madrid -de 49 años y que inició síntomas el pasado día 10- han requerido de tratamiento en la UCI, según ha dicho el Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES).

“Al menos en tres de los casos confirmados y en uno de los probables la empresa que elabora las tortillas es la misma. Hasta la fecha no se ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionen causa efecto. No obstante, se continúan las investigaciones con la colaboración de la empresa de producción”, explica la AESAN en su nota.

El Grupo Empresarial Palacios Alimentación ha alertado a los cosumidores, en un comunicado remitido a la Agencia EFE, que los consumidores se abstengan de comer la tortilla vinculada al brote de botulismo y la devuelvan a la tienda en la que la han comprado. Concretamente en los supermercados Lidl, Auchan, Eroski, Unide, Consum, DIA, Ametller, Condis, El Corte Inglés, Carrefour, Alipende y Rikissimo, que les reembolsarán lo pagado por el producto.

La empresa ha decidido también, por precaución, retirar de los lineales de los supermercados la tortilla de patata envasada fresca al plato que se produce en la fábrica de Mudrián, en la provincia de Segovia, así como detener temporalmente su fabricación.

Según reza en la nota de prensa de AESAN, “Queremos recordar a los consumidores la importancia, mayor en esta época del año por el calor, de conservar los productos alimenticios a las temperaturas de conservación indicadas en el etiquetado y seguir las instrucciones de uso indicadas por los fabricantes, ya que garantizan la seguridad de los productos para los que se establece una fecha de caducidad”

Desde la AESAN recuerdan que las tortillas de patata envasadas pueden dar una falsa seguridad o la impresión de que son conservas pero “mantenerlas sin refrigeración a la temperatura ambiente actual puede derivar en problemas de salud tras su consumo”. 

¿QUÉ ES EL BOTULISMO?

El botulismo es una enfermedad rara pero grave causada por la toxina producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Esta bacteria puede estar en el suelo y en ambientes con bajo contenido de oxígeno, como en el fondo de lagos y estanques, y también en alimentos enlatados o en conserva mal procesados y almacenados de forma inadecuada.

La toxina del botulismo es una de las más potentes conocidas y afecta al sistema nervioso, bloqueando la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor responsable de transmitir señales desde las células nerviosas hasta los músculos. Esto conduce a una parálisis flácida en los músculos, que puede incluir músculos respiratorios, lo que puede resultar en problemas graves para respirar y, en casos extremos, puede ser mortal.

Existen varios tipos de botulismo:

Botulismo alimentario: ocurre cuando se ingiere la toxina del Clostridium botulinum a través de alimentos contaminados, especialmente conservas mal procesadas o almacenadas incorrectamente.

Botulismo infantil: se presenta en bebés que consumen esporas de Clostridium botulinum, generalmente en miel o alimentos contaminados, ya que su sistema digestivo aún no es lo suficientemente ácido para matar las esporas.

Botulismo por heridas: se produce cuando las esporas de la bacteria entran en el cuerpo a través de heridas o cortes y liberan la toxina en el torrente sanguíneo

En cuanto al tratamiento, la antitoxina debe administrarse lo más pronto posible, ya que así se reduce la tasa de mortalidad. Alguno casos concretos de botulismo necesitan ventilación mecánica y en cuanto a la administración de antibióticos no son necesarios.

Fuente: AESAN,  newtral.es y ondacero.es