Más de 11.000 vecinos de Tarazona, Novallas, los Fayos y Torrellas, localidades de la provincia de Zaragoza, no pueden consumir agua del grifo para beber, cocinar o para la higiene bucal, ya que está contaminada por un protozoo del género Cryptosporidium que es resistente al cloro.

Los primeros casos de gastroenteritis se detectaron en Tarazona el fin de semana del 9 y 10 de septiembre y en solo dos días alcanzaron la cifra de 196 afectados. A fecha del 26 de septiembre, ya suman más de 450 casos entre Tarazona y Novallas.

¿qué es la cryptosporidiosis?

La criptosporidiosis es una infección por el protozoo Cryptosporidium. Este parásito tiene un período de incubación que alcanza hasta los 12 días y el síntoma principal de la infección es la diarrea acuosa, a la que, a menudo, se suman otros signos de malestares gastrointestinales como los calambres abdominales, síntomas que pueden durar desde 2 a 3 semanas. Según explica el Ministerio de Sanidad, la transmisión se puede producir al tocar superficies contaminadas, beber agua contaminada o por vía fecal-oral, ya que la principal fuente de transmisión son las heces contaminadas, tanto de procedencia humana como animal.

La particularidad de este parásito es que, cuando está en forma de ooquiste (huevo), presenta una alta resistencia a los biocidas desinfectantes de agua de consumo, especialmente al cloro, y una alta prevalencia en el medio hasta que es ingerido por un nuevo huésped e inicia el nuevo ciclo.

Los más vulnerables a la enfermedad son los niños pequeños y los inmunodeprimidos. En el caso del brote acaecido en Tarazona las afecciones en general están siendo leves, aunque hay algunos casos más severos que han necesitado de ingreso hospitalario.

origen del brote de tarazona

Tras analizar las heces de los enfermos y el agua, el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón anunció el pasado 20 de septiembre que los análisis habían confirmado la presencia del protozoo en las aguas del río Queiles y, desde entonces, se investiga el origen de la contaminación para eliminar el problema de raíz.

Se baraja la posibilidad de que la contaminación del río podría deberse a un arrastre de aguas residuales o tierras con presencia de este parásito procedente de alguna explotación que haya llegado al cauce, pero, por el momento, no se han hallado “rastros de vertidos ilegales, cadáveres de animales, movimientos de tierra o talas de árboles que pudieran estar detrás de la contaminación del Queiles”, según explicó el alcalde de Tarazona.

Se están limpiando los depósitos de agua y se ha reforzado el tratamiento en la red, pero es importante conocer el origen del problema.

Otros brotes recientes de gastroenteritis vinculadas al agua potable en España

Este suceso recuerda al brote que sufrieron los habitantes de Betanzos (La Coruña), aunque en este caso la causa no fue un protozoo sino un virus, concretamente un norovirus, y en el que se llegaron a detectar unos 500 casos de gastroenteritis. El foco también fue por una contaminación del río del que se abastecía la red de agua potable.

El norovirus es altamente contagioso, lo que significa que la infección puede contagiarse fácilmente a otras personas. Además, los norovirus son difíciles de eliminar porque pueden soportar temperaturas tanto altas como bajas y porque son resistentes a muchos desinfectantes, por lo que pueden permanecer en las superficies y objetos durante días o semanas. Algunos de los síntomas más característicos de esta enfermedad son: náuseas y vómitos, dolor o calambres estomacales, diarrea líquida o blanda, sensación de malestar general, febrícula y dolor muscular.

Cambios en la normativa de agua potable

Fuente: Heraldo de Aragón